jueves, 27 de junio de 2013

Aquí comienza mi aventura (que no suene mal eso de aventura)

Aquí estoy ya. Escribiendo el blog que me recomendaron los de Redleaf que hiciera cuando me fuera a "estudiar" (lo pongo entre comillas porque yo mismo se que estudiar va  a ser de lo último que haga) a Canadá. Y eso que me lo comentaron el día  1 de junio, pero tiempo durante esos días no es que me tuviera. Exámenes sí que tenía, eso lo saben bien mis compañeros de clase, pero para lo profes los exámenes nunca parecen suficientes.

¡Qué tiemble Canadá (y sobre todo las canadiensas juesjuesjues) que aquí llega Alfred!




Bueno, empezaré desde el principio de los tiempos.

Después de las vacaciones de invierno, a los pocos días, mi tutora de clase nos dio unas hojas con becas para ir a estudiar al extranjero. Yo ya tenía muchas ganas de poder ir a estudiar al extranjero, pero nunca había tenido la oportunidad. En cuanto llegué a casa le dije a mi madre que empezase ya a rellenar todo el papelorio para poder inscribirme.

Al mes y pico, un amigo mío que también había enviado la solicitud (y que desgraciadamente no fue seleccionado) me dijo que había sido preseleccionado en Primera Fase (cuidao, Primera Fase, parece aquí una carrera de Formula 1, con Q3 y todos eses rollos). En esta Primera Fase, de los 4000 y pico de adolescentes llenos de hormonas, solo 600 fueron elegidos.

Tenía que irme hasta Vigo (bueno, yo y todos los gallegos preseleccionados) para hacer un examen escrito, del que saldrían otros 200 seleccionados. De ese examen salí cabizbajo y asustao, como si hubiera ido al matadero de lo difícil que había sido el examen.

Ya con todas las esperanzas perdidas, un día, después de acabar las clases de conservatorio, ya en casa a eso de las 22:20 , mi hermano me deja su ordenador para fijarme los seleccionados en Segunda Fase. Y ahí estaba yo entre eses 200 chavales. Ni me lo creía.
Mi cara cuando me enteré de que había pasado el examen escrito.

Tenía que preparar una presentación oral de una duración aproximada de entre 3 y 5 minutos sobre un tema cualquiera, en inglés,y tenía que presentarlo por Skype (ese programa que utilizan tanto los que juegan a ordenador para hablar entre ellos) ante un tribunal formado por dos personas. Cómo no, elegí hablar sobre los violines.

Aquel día, estaba preparado ya con mi ordenador encendido, ya estaba comido, aseado, meado... todo para que nada me pudiese interrumpir. Apareció la pestaña de llamada de los Redleaf, y yo tó listo y emocionado pensando que sería todo completamente en inglés comienzo con un "Hello!", cuando ellos en toda la entrevista no me hablaron una sola palabra en inglés.

Al poco tiempo, en el instituto, me voy a la biblioteca con unos amigos que me habían pedido si podía ver con ellos los resultados de la Selección Final. Entre que el recreo dura unos míseros 20 minutos y los cuatro ordenadores penosos que hay en la biblioteca (de los cuales utilicé tres para intentar entrar en la página), casi me pierdo todo el recreo para ver un simple archivo PDF.

Pero lo importante era que ahí estaba mi nombre, uno de los primeros en el archivo PDF ( estaban ordenados alfabeticamente, y mi verdadero apellido comienza con A).

Este soy yo corriendo a casa cuando me enteré de que gané la beca.

Y así comenzó mi aventura hacia/en/durante y mediante Canadá.



No hay comentarios:

Publicar un comentario